Walgreens ha llegado a un acuerdo histórico con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, comprometiéndose a pagar hasta 350 millones de dólares debido a acusaciones relacionadas con la dispensación ilegal de opioides y otras sustancias controladas. Según las autoridades, la cadena de farmacias habría surtido recetas bajo circunstancias sospechosas durante una década, contribuyendo a la crisis de los opioides en el país. Este arreglo incluye no solo compensaciones monetarias, sino también mejoras significativas en sus prácticas de cumplimiento normativo.
El pasado viernes se anunció que Walgreens deberá desembolsar al menos 300 millones de dólares inmediatamente, más otros 50 millones si la empresa es vendida o fusionada antes de 2032. El gobierno federal acusó a la compañía de haber ignorado advertencias claras sobre recetas potencialmente inválidas entre 2012 y 2023. Además, se afirma que presionaron a sus empleados para agilizar este proceso sin realizar verificaciones adecuadas.
En respuesta a estas acusaciones, Walgreens declaró que aunque no admite ninguna responsabilidad legal, considera necesario cerrar todos los litigios pendientes relacionados con opioides. Esto permitirá centrarse en su estrategia de recuperación empresarial tras anunciar el cierre de 1,200 tiendas en todo el país debido a dificultades financieras.
La fiscal general Pamela Bondi destacó que las farmacias tienen una obligación moral y legal de actuar con integridad al manejar medicamentos peligrosos. Para garantizar esta responsabilidad, Walgreens ha firmado varios acuerdos adicionales con organismos gubernamentales como la DEA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Estos compromisos implican implementar políticas más estrictas y programas de capacitación destinados a prevenir abusos futuros.
Este caso forma parte de una serie de acciones legales contra empresas del sector farmacéutico involucradas en la crisis de los opioides. En años recientes, compañías como CVS también han alcanzado multimillonarios acuerdos con diversas jurisdicciones afectadas por esta problemática.
Con este arreglo, Walgreens busca dejar atrás un capítulo complicado mientras enfrenta transformaciones importantes en su modelo de negocio. Aunque la resolución financiera parece clara, queda por verse cómo estos cambios impactarán tanto en la industria como en comunidades afectadas por la propagación de sustancias adictivas.